Bolas chinas: el secreto de las geishas
Las mujeres asiáticas las usaban para alcanzar el orgasmo, ahora estos accesorios son tus mejores aliados para mantener en forma el suelo pélvico.
¿Juguetes sexuales? ¿Accesorios ginecológicos? Seguro que has oído hablar mil veces de ellas pero no te has animado a probarlas.

¿Qué son en realidad? Las bolas chinas contienen otras pequeñas bolitas en su interior que se mueven para estimular las paredes de la vagina. Estas bolas, conocidas como “ben wa” y fabricadas en metal o marfil, ya se vendían en los sex shops y tiendas de regalos orientales desde mediados del siglo XX y eran utilizadas por las mujeres de la antigua Asia, Tailandia o Japón para alcanzar el orgasmo. Por un lado pueden considerarse un juguete sexual pero, como afirman sexólogos, ginecólogos y fisioterapeutas, también son una de las mejores herramientas para reeducar el suelo pélvico. Actualmente puedes comprarlas en farmacias o tiendas eróticas.

¿Las necesitas?

Si estás entre el gran porcentaje de mujeres que sufre incontinencia urinaria o prolapsos, vas a ser mamá o ya has pasado por un parto, haces deportes de impacto o tus relaciones sexuales no son satisfactorias, necesitas fortalecer tu suelo pélvico. Una forma sencilla de hacerlo tú misma es practicando los ejercicios de Kegel o utilizando bolas chinas (también existen ejercitadores parecidos a éstas que te ayudan a imitar los Kegel).

¿Cómo saber si tienes falta de tono? Introduciendo tus dedos en la vagina: si notas los músculos que rodean los dedos como una capa fina, necesitas ejercitarlos. Si forman una pared más gruesa, están en buena forma, pero utilizar unas bolas chinas mejorará aún más tu tono muscular.

Mejores orgasmos

Fortalecer los músculos del suelo pélvico también resulta fundamental para garantizar unas buenas relaciones sexuales, ya que la falta de tono os hace perder sensibilidad durante la penetración. Tonificar tu periné te facilitará la posibilidad de tener orgasmos más regulares e intensos: cuanto más controles los músculos vaginales, más elevado será el placer durante las relaciones sexuales también para él.

Pero a veces, al hacer los ejercicios de Kegel con este propósito, no somos capaces de identificar correctamente los músculos que tenemos que trabajar. Algo que te facilita el uso de las bolas chinas o los ejercitadores de suelo pélvico (de tamaño algo más grande y alargado), como el Kegel Smart de Intimina (74 € en farmacias) o el Luna Smart Bead de Lelo (83 € en lelo.com).

Así funcionan

Pero volvamos a las bolas chinas. ¿Cómo funcionan?  Tienen diferentes tamaños para elegir en función de tu edad y de si has sido mamá o no, y las hay simples o dobles unidas entre sí. Al introducírtelas (como un tampón) y ponerte en pie, la gravedad hará su trabajo y las bolas tenderán a caer. Así, tú contraerás el músculos de forma inconsciente para evitarlo y “harás pesas” con tu suelo pélvico. Las contracciones involuntarias del músculo pubocoxígeo provocadas por las bolas chinas son también conocidas como “biofeedback”. Una especie de “mini gimnasia” para los músculos de tu suelo pélvico que te proporcionará un entrenamiento sin estrés.

Para saber si estás consiguiendo avances con las bolas chinas, tira de la cuerda a la vez que contraes los músculos del suelo pélvico. Si sientes que puedes mantener las bolas en el interior, ¡estás haciendo grandes progresos!

¿Lo mejor? Puedes llevar unas bolas chinas puestas en cualquier lugar y situación sin que nadie se dé cuenta: en casa, en el trabajo, en el gimnasio o durante tus actividades cotidianas, porque, de hecho, es necesario que te muevas cuando las lleves puestas. ¿El tiempo? Un mínimo de 20 minutos y un máximo de dos horas. En el caso de los ejercitadores de suelo pélvico, sigue las instrucciones de uso, que te marcarán un tiempo mínimo diario y semanal.

Si tienes incontinencia urinaria o tu suelo pélvico te está lanzando un S.O.S, no te puedes perder el nuevo número de la revista, donde encontrarás muchos ejercicios para mejorar el tono de tus músculos ahí abajo.