Pss pss… Vale más prevenir que curar. Toma nota de estos consejos si practicas un “aquí te pillo aquí te mato” en el mar o en la piscina.

Estás con tu chico en casa de tus padres, que tienen una piscina genial, y tu pareja y tú no os aguantáis las ganas de un revolcón… En cuanto no miren, ¡al agua patos!

O llevas ese vestido despampanante mientras te tomas una copa delante del mar y ese chico que está tan bueno no para de mirarte… ¿Quién sabe si esa mirada picante no os llevará directos al agua?¿O qué tal con una sesión de sexo en la ducha antes de ir a trabajar?

El sexo en el agua es placentero, sensual y muy pasional, pero ojo, tiene algunos factores que debes tener en cuenta:

1. Bacterias. Donde más bacterias puedes coger es en la piscina. Si no contiene el cloro suficiente, puede que el agua no esté lo suficientemente limpia. Eso sí, no debe confundirse con alguna enfermedad de transmisión sexual: existe la misma probabilidad de contraerlos dentro que fuera, ¡simplemente usa la cabeza! “En el agua hay bacterias, pero además, estás introduciendo líquidos químicos en tu cuerpo. Hay que tener cuidado al exponernos abiertamente a estos productos”, añade el sexólogo Jaume Guinot, especialista de Doctoralia.

2. Reduce la lubricación natural. Sí, aunque lo lógico sería pensar que el agua mejora la lubricación, es posible que sufras sequedad y eso te irrite. “El agua elimina el lubricante natural de la vagina. Por eso se recomienda utilizar un lubricante a base de agua, que encontrarás en las farmacias”, explica Guinot.

3. Te puede salir caro. Cuidado con las multas: está prohibido practicar sexo en espacios públicos.

4. Ojo con el látex. Puede llegar a romperse con el agua. Es recomendable estar fuera del agua en el momento de la penetración, después, ya podéis sumergiros… “No se recomienda utilizar un preservativo en el agua porque el cloro puede dañar el tejido del mismo. ¡Los químicos no están previstos para el látex!”, enfatiza el especialista. “Y por el mismo motivo, tampoco se recomienda añadir lubricante al preservativo”, añade.

5. El embarazo. Toma nota: “Hay el mismo riesgo de quedarte embarazada fuera del agua que dentro. El líquido preseminal puede fecundar el óvulo y la temperatura del agua tampoco tiene porqué matar al espermatozoide… Todo depende de la calidad de los espermatozoides y la fecundidad de la mujer, nada más”, aclara el sexólogo.

6. La arena, un enemigo. La playa no está siempre limpia, así que ten cuidado con la arena, que entre una posturita y otra, puede colarse en lugares recónditos. Si tienes previsto que vaya a ocurrir, ¡llévate un pareo o una toalla! “El agua del mar además contiene sal, y la sal provoca un roce y consecuentemente, irritación.”, explica Guinot.

7. Cuidado con tu respiración. Si le practicas el sexo oral a tu pareja bajo el agua, está bien, ¡pero ojo! No te pases y calcula tu respiración, ¡a ver si te vas a quedar sin aire! Un consejo: practícale el sexo oral mientras él está sentado en el borde de la piscina, por ejemplo, y tú dentro.

8. El amor es ciego… Pero la gente que pasea por ahí no. Toma nota de este consejo: opta por una postura natural y disimulada. Por ejemplo, rodéale con tus piernas, abrázalo y deja que te penetre.

9. Cuidado con las superficies deslizantes. En la piscina o en la ducha, tened cuidado y no hagáis que la excitación del momento os haga olvidar de los riesgos, una caída en estos lugares puede ser muy dolorosa.

10. Un último consejo: Disfrútalo y… por qué no, ¡vive tu película! Ponte un bikini sexy, que no solo se luzca en la playa, sino que le ponga bien a tono.