Aunque la masturbación suele ser una técnica que se asocia al placer en solitario, la verdad es que también puede compartirse en pareja. La masturbación ayuda a conocer mejor el propio cuerpo y así como el de tu amante y nosotras te explicamos las mejores posturas para practicarla

¿Quieres conocerlas?
La masturbación en pareja es una de las técnicas preferidas de algunas parejas para llevar a cabo los juegos preliminares al coito. La estimulación manual de las zonas erógenas ayuda a conocer mejor el cuerpo y los gustos del otro, por lo que constituye también una buena manera de aumentar la intimidad y la confianza de la pareja ¿lo has probado alguna vez?
En el libro “69 secretos imprescindibles para disfrutar del sexo” Alicia Gallotti explica, entre otras muchas cuestiones relacionadas con la sexualidad y el erotismo en la pareja, las mejores posturas para llevar a cabo la masturbación en pareja. Es importante que ambos miembros estén cómodos y puedan disfrutar visualmente del acto, ya que la vista es un elemento muy importante en la excitación.
La masturbación puede ser también una buena manera de liberarse de la vergüenza o los complejos que tiene cada uno. Al masturbarnos en pareja tendemos a relajarnos y dejarnos llevar, lo que favorece la comunicación y finalmente, el placer.
A continuación te explicamos una serie de posturas para desarrollar la técnica masturbatoria en pareja:

-De rodillas: de frente el uno al otro y de rodillas, cada uno se masturba a sí mismo, ofreciéndole el espectáculo a su pareja, que a su vez se excita mirando el acto del otro. Es una manera de aumentar la excitación, de ofrecerse mutuamente y de ganar en confianza.

-Ella delante de él: tumbada en la cama o en el suelo, con las piernas flexionadas y abiertas, ella se va recorriendo el cuerpo con las manos hasta llegar a la vulva, buscando la estimulación del clítoris. Él debe mirarla sin tocarse, conteniendo la excitación hasta que ella llega al orgasmo y él puede acercarse.

-Por la espalda: él se sitúa detrás de ella, que le sujeta el cuello con un brazo levantado hacia atrás, mientras él va recorriendo su cuerpo con las manos hasta llegar a la vulva y de ahí pasar al clítoris. Ella se va frotando contra los genitales de él en el proceso.

-Él como protagonista: tumbado con las piernas abiertas, él deja ver su pene en erección. Ella se monta sobre uno de sus muslos y con la mano empieza a estimular su miembro. Puede utilizar algún lubricante.