rosie585

Dicen que el (o la) que esté libre de pecado (y nunca mejor dicho) que tire la primera piedra. No podríamos jurar que nunca hemos fantaseado con algunas profesiones un tanto picantonas. Yes, we do! Nos resulta muy erótico imaginarnos a nuestra pareja con uniforme. Polícia, bombero, médico, abogado… Pero te proponemos un juego. Inviértelo y sorpréndelo tú con uno de estos uniformes. ¡Lo dejarás boquiabierto!

Ellos siempre están algo salidos. Y más en la oficina. Ver a una secretaria con uniforme les pone. Prueba 1. En el hospital siempre terminan mirando el escote de alguna enfermera buenorra. Prueba 2. Las mujeres policía les vuelven locos, aunque no nos lo confiesen. Prueba 3. Y así hasta infinidad de pruebas. Resulta totalmente normal, ¿o acaso tú no te quedas plantada del gusto cuando ves en la tele a un bombero en plena acción deslizándose por la barra?

¿Qué papel juegas tú en todo esta revolución de hormonas? Chica, tú eres la seducción en persona. Si quieres matarle del gusto, apúntate a la moda de disfrazarte en la cama. Él no se esperará nada pero esa noche habrá triplete de juegos artificiales. ¡Te lo aseguramos!

Un hombre sueña durante toda su vida con ligar con una inocente colegiala. Pues ponte una mini, una camisa atada al ombligo y pídele que te de clases de anatomía, geografía, lengua… ¡Saca tus garras de pícara!

¿Una buena dosis de placer, señor doctor? Ya lo sabes, las enfermeras son un fetiche sexual. Plántate delante de él con tu bata y tus artilugios médicos y coméntale su enfermedad y la necesidad urgente de curarle.

Vístete de ejecutiva y dale caña. La dominación también les gusta, incrementa su placer. Pídele los papeles que te prometió tener la semana pasada. Y amenázale de que tendrás que hacer cosas muy malas con él si no te los da. Extasiado, se quedará.

¿Desea un periódico, una revista, un café, una buena jornada de sexo? Las azafatas son otro clásico. Es imposible no pillarles mirándoles el culo y el escote. Sé el objeto de sus fantasías y conviértete en una de ellas. Lo harás volar de placer.

¿A qué esperas? Recrear escenas erótico-laborales tiene mucho morbo y además es muy divertido. Os lo pasaréis genial. Pero tienes que sorprenderlo, que no se lo espere. Así la emoción (efecto que sufre una parte de su cuerpo cuando te ve muy, muy, muy sexy) será más duradera. Cambia el rol noche tras noche. Al final de la semana serás polifacética al máximo. ¡La excitación dependerá de la imaginación que le eches!