1. No es el pan de cada día.

¿Tu chico siempre tiene un orgasmo y tú no? ¡Tranquila!, porque aunque disfrutes de la misma forma que él, a veces simplemente una no alcanza el clímax por diversos motivos. Y por esa razón, es posible que finjas para dar por concluida la relación sexual, ya que para un hombre es un mensaje claro de que ya estás satisfecha.

2. Fingir a cambio de hablar.

¿Te cuesta llevar a cabo la conversación sobre el orgasmo con tu pareja? Es posible que ocurra, y es que es un tema al que, a veces, la timidez y falta de comunicación pueden superar. Mientras está claro si él sí o no  llega al clímax (por un hecho evidente), ¿tú debes dar explicaciones al por qué tú no has visto las estrellas? Si es tu caso, ábrete a tu pareja y deja que examine tu cuerpo… ¡quizá descubra la fórmula secreta de tu orgasmo!

3. Simular… ¡hasta disfrutar!

¿Te ha pasado alguna vez que de tanto concentrarte en el goce, al final has llegado a tener un orgasmo? ¿Has gritado tanto que has notado el clímax? Es posible que tu cuerpo reaccione de forma positiva a los estímulos que tu le envías cuando finges un orgasmo. Si nunca lo has hecho, pruébalo, ¡quizá te funciona!