EQUIPAMIENTO AMATEUR

Fular: Empleadlo como venda en los ojos, así os sorprenderéis con las caricias y los besos del otro.

Esposas: Para ataros las manos al cabecero de la cama o en los tobillos para limitar los movimientos.

Lencería: Un liguero, un sujetador hot e incluso un disfraz te ayudarán a meterte en el papel y crear ambiente.

Cubitos: Recorrer su cuerpo o el tuyo con hielo puede resultar increíblemente molesto y placentero a la vez.

PARA PROFESIONALES

Vibrador: Deja que lo utilice como quiera contigo o ponlo en marcha y estimúlate tú misma la zona de los muslos o los pezones.

Pinzas: En función de tu aguante, el dolor desata un placer que engancha.

Bolas chinas: Prueba a usar un par de bolitas metálicas. Algunas contienen una especie de contrapeso móvil (como las Goddess Silver Pleasure, diseñadas por E. L. James), pero todas abren el apetito antes de un encuentro, ejercitan los músculos pélvicos y mejoran las relaciones sexuales.

MÁS: Bolas chinas: el secreto de las geishas

Dilatador anal: Diseñado para estimularte por detrás y facilitar la penetración, como explica Prado: “Los hay de muchos tipos y no son juguetes exclusivos del BDSM: plugs progresivos, hinchables o de apertura mecánica”.

Un consejo: si quieres probarlos, comienza con el más pequeño (de 2,5 cm de diámetro), sé generosa con el lubricante y que tu pareja se ponga manos a la obra para excitarte al máximo antes. Y por si tienes tus temores: estos juguetes están diseñados para que no puedan colarse en tu interior…