Mucho se ha hablado de la curvilínea figura de Jennifer López, pero más aún de una parte muy concreta de su cuerpo: su trasero. Y es que sobre las nalgas de la puertorriqueña más famosa de la gran pantalla se han escrito toda clase de falsedades.

Una de las más sonadas ha sido la que afirmaba que la actriz tenía aseguradas sus posaderas; un bulo que ella misma se vio obligada a desmentir hace poco más de año y medio en la sección del programa de James Corden Carpool Karaoke.

Pero, si finalmente decidiera hacerlo, ¿cuál sería la cantidad más apropiada? Según el análisis elaborado por el comparador de seguros Acierto.com (www.acierto.com) la indemnización debería rondar los 5 millones de euros. Y es que en el cálculo entran en juego cuestiones como los ingresos de la famosa actriz -39,5 millones anuales-, pero también los peligros a los que expone esa zona de su anatomía, su vida fuera de los focos, sus hábitos alimentarios y de ejercicio, y un largo etcétera que van más allá de su profesión.

Además, es muy probable que la compañía (o compañías) que la asegurara, estableciese ciertas excepciones -como que JLo engordara- a la hora de abonar la indemnización. Lo mismo podría ocurrir si descuidara su dieta, dejase de ir al gimnasio y un largo etcétera que no resulta complicado deducir y que “dispara el riesgo”.

Una buena opción sería contratar un seguro de vida que la cubriera ante una posible incapacidad permanente absoluta que le impidiera volver a trabajar y cuya prima rondaría la friolera de 25.000 euros anuales. Aquí cabe remarcar que la compañía se responsabilizaría de todo tipo de contingencias, más allá de las que atañeran a su culo. Un seguro de protección de ingresos, de accidentes u otro de invalidez temporal, asimismo, serían muy apropiados para su caso.

Famosos que han asegurado su cuerpo

Pero Jennifer López no sería la primera en contratar una póliza de este tipo, sino que son muchos los famosos que lo han hecho; una tendencia al alza en Hollywood a la que ya se han sumado Taylor Swift y Julia Roberts; entre otras celebrities. De hecho, las piernas de esta primera (y no su voz) se encuentran valoradas en 30 millones de euros; y “la sonrisa de América” cuesta la friolera de 20 millones.

El caso de Elizabeth Taylor también fue llamativo: aseguró sus ojos de gata por 900.000 euros. Tom Jones hizo lo propio con una parte más sorprendente de su anatomía; los pelos de su pecho, cifrados en más de 3 millones de euros. Pero para ejemplo curioso el de Rocco Sigfredi, que contrató una póliza para su miembro viril por 600.000 euros.

Los deportistas tampoco se quedan atrás. De hecho, Iker Casillas tiene aseguradas cada una de sus manos por 7,4 millones de euros; y Messi y Cristiano sus piernas por 50 y 100 millones de euros, respectivamente. Nada que ver con las cifras que maneja Beckham, el jugador con el seguro más caro de la historia (150 millones).

Pero, ¿por qué las aseguran? ¿Merece la pena? Aquí el quid de la cuestión radica en la finalidad del seguro; es decir, “en si la parte del cuerpo que se asegura le ayuda a generar unos ingresos” explica Carlos Brüggemann, cofundador de Acierto.com. “Se trata de algo que va más allá de los famosos. De hecho, hay muchos cirujanos y profesionales sanitarios que tienen aseguradas sus manos; pues su profesión depende de ellas”; matiza. En todo caso, el importe varía en función de cuánto se gane con ellas, pues la póliza está pensada para compensar la pérdida de ingresos de los afectados.